De cara al verano muchos de nosotros nos preguntamos qué protector solar es el más adecuado para nuestra piel. En este post os contamos cómo protegerse de la manera más eficaz de la exposición solar estos próximos meses.
Tipos de fotoprotectores:
Hay varios tipos de fotoprotectores según su composición: Físicos y químicos.
Físicos: son los que generan una capa en la superficie de la piel que actúa como un espejo, reflejando la radiación solar hacia fuera. La textura es densa y deja una capa blanquecina sobre la piel. Son ideales para niños ya que no causan alergias.
Químicos: en este caso la radiación si que penetra en la piel, pero las sustancias químicas son las que transforman la radiación en no dañinas, debido a un proceso químico. Son muy utilizados en la industria cosmética por sus diferentes texturas (brumas, sprays, geles…) de aplicación más agradable.
No obstante, hoy en día, la gran mayoría de fotoprotectores son mixtos, es decir, combinan los físicos con los químicos. Como suplemento, existen también los protectores solares biológicos que reparan los daños ya causados por la radiación. Estos son la vitamina A y E.
¿Qué es FPS?
El FPS es una medida estándar utilizada para medir la duración que tiene la protección antes de que la piel se queme. Por ejemplo, si usas FPS 30 y tu piel tarda en enrojecerse 5 min, (FPS 30x5min=150), significa que tu piel tardará 150 min hasta enrojecerse. El mínimo recomendado a usar es FPS 15, aunque hay mínimos recomendados según el tipo de piel. Existen 6 tipos de piel:
1: Piel muy clara y con muchas pecas. No suele broncearse y se quema siempre, por lo que requiere un FPS de 50 o más.
2: Piel clara y con pecas. También suelen quemarse con facilidad, pero demoran más en ponerse morenas. Se recomienda un FPS 30.
3: Piel blanca. Se quema con moderación. Se recomienda, como mínimo, un FPS 30, pero en largos períodos de exposición es conveniente usar uno mayor.
4: Piel mixta o ligeramente oscura. Se pigmenta con facilidad y en poco tiempo, hasta adquirir un tono de piel marrón intermedio. El FPS mínimo es el de 10.
5: Piel oscura. Pocas veces se quema, debido a que logra un bronceado rápido e intenso. Se recomienda un FPS 8.
6: Piel negra. Prácticamente no se quema. FPS mínimo 6.
Para tener un fotoprotector 100% seguro hay que tener las siguientes características en cuenta:
Que proteja tanto de los rayos UVB y UVA, ya que si no no estás protegiendo tu piel del cáncer, simplemente estás evitando las quemaduras solares.
Por otro lado el modo de aplicación: Se recomienda aplicar el fotoprotector 20-30 minutos antes de la exposición solar, ya que la piel necesita tiempo en la absorción del producto. Se debe aplicar de forma generosa y por todos los lugares del cuerpo que estén expuestos (incluidos pies, orejas, labios, manos…). Es muy importante también volver a aplicar el producto cuando sea necesario, y tener en cuenta factores externos como el contacto con el agua.
Es fundamental recordar que, aunque protejamos nuestra piel con fotoprotectores, la radiación solar en exceso es muy dañina y provoca cáncer de piel. La mejor fórmula para evitarlo, es disminuir la exposición solar prolongada, buscando una sombra o cubriendo la piel con ropa y otros complementos.
¡Feliz exposición al sol!