Hasta hace no demasiado, era muy fácil darse cuenta de quién se había hecho algo en el rostro: una frente anormalmente lisa, unos pómulos demasiado esculpidos o unos labios sorprendentemente gruesos delataban que sus portadores se habían sometido a algún tipo de intervención estética que, generalmente, no siempre resultaba favorecedora. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, vemos cómo celebridades, amigos y conocidos presentan de repente una buena cara que no es del todo nueva, pero tampoco es la de antes. Es sencillamente mejor. ¿Habrán dormido más? ¿Una herencia inesperada les ha quitado de un plumazo todas las preocupaciones? Hemos entrevistado a cuatro de los mayores expertos de nuestro país en un nuevo abordaje del rejuvenecimiento que casi todos coinciden en denominar armonización facial, en las antípodas de la temible yasificación. Se trata de estudiar el rostro en su conjunto para anticiparse al envejecimiento mediante tratamientos que garantizan resultados más naturales.